Costumbres

LA SIESTA


Comencemos por el origen: A mediados de la Edad Media, existía la Regla de San Benito, la norma incluía la obligación de guardar reposo y silencio después de la “sexta hora”, que a su vez proviene de la hora sexta latina, es decir, del mediodía, que es la hora de mas calor, teniendo en cuenta que el día de los romanos contaba con doce horas al igual que la noche, lo que hace que la primera hora del día sea la séptima de nuestro sistema de veinticuatro horas. 
Ahí tuvo origen la palabra “sextear” o “guardar la sexta”, que después se deformó en el popular “sestear” o “guardar la siesta”
Existen muchas formas de “hacer la siesta”: en posición sentada en cualquier tipo de asiento durante un rato muy corto, durante una clase aburrida, con los ojos abiertos, o incluso en una cama durante una o mas horas... de eso los mendocinos sabemos bastante.
Pero la siesta tiene sus beneficios, de acuerdo a un grupo de científicos y médicos argentinos pertenecientes a la Sociedad Latinoamericana del Sueño, rescata el valor fisiológico y psicológico de esta práctica provinciana. Ayuda a mejorar el estado de ánimo, el alerta y la productividad de la persona. En numerosas empresas de China y Japón ya se han instrumentado “siestarios”, para que los empleados puedan recuperarse convenientemente.
De acuerdo al diario La Nueva España, que obviamente es de la madre patria reafirma me teoría de que la siesta tiene sus beneficios. A continuación transcribo parte de esa nota que la podes leer en forma completa haciendo clic aquí.
"La siesta reduce el grado de estrés y las tensiones físicas, aumenta la capacidad de concentración del individuo en un 34%, refuerza totalmente el estado de alerta y disminuye en un 37% los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares. Estos son algunos beneficios de una práctica tan saludable y española como es dormir la siesta, según afirma la doctora Teresa Lluch, responsable de la Unidad del Sueño de Hospital Quirón Murcia.
Asimismo, considera que "el tiempo recomendable que debemos dormir en la siesta oscila entre los 20 y 30 minutos, de esta forma reponemos las fuerzas necesarias para afrontar el resto de la jornada. Sin embargo, al echarnos una siesta de más de media hora, el efecto que obtenemos es el contrario, teniendo una sensación de malestar general y de un cansancio mayor al que teníamos antes".
Además, la práctica de la siesta, que se realiza habitualmente tras la comida, "produce una relajación muscular que ayuda al aparato digestivo a hacer la digestión, función principal de este órgano, de una manera más eficaz".
Las siestas pueden ser planificadas cuando vamos a ir a dormir un poco más tarde, por ejemplo en verano por que la mayoría de las actividades se inician cuando hace menos calor y esto lleva a que nos acostemos más tarde; de emergencia, que se producen al encontramos muy cansados y no poder continuar la actividad, sería el caso de las siestas para combatir el adormecimiento o fatiga en la conducción en periodo estival cuando nos desplazamos de un sitio a otro por la carretera); y habituales, que corresponde al sujeto que hace la siesta todos los días a la misma hora, por ejemplo la de los niños pequeños cada tarde y la de los adultos después de comer."
No es asombroso que sea mal visto llamar o visitar a alguien entre las dos y las cuatro de la tarde. Por lo general en este contexto de descanso a mediodía, muchos negocios cierran sus puertas entre las dos y las cinco de la tarde, sobre todo en las zonas mas calurosas del país.  Así es que si viene por Mendoza no se pierda el placer de dormir una linda siesta ya que mas allá de descansar un rato en el día tiene beneficios saludables y combatimos el stress.






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